Durante el día debemos tomar muchas decisiones, en una gran parte solemos enfrentarnos a 2 opciones, o sí o no, con todas sus variaciones tipo café o cortado, ensalada o pasta, y así casi hasta el infinito y prácticamente todo lo acortamos a 2 opciones, ¿Escribir o teclear?, habrá quien piense que los más jóvenes decidirán teclear (un acto que se está perdiendo a favor de grabar tu voz y enviarla o interactuar directamente por voz) y habrá quien elija escribir acordándose con nostalgia de cuando escribía cartas, pero nos podemos encontrar que al cabo del día hemos escrito más que tecleado o al revés y no hemos sido conscientes, pues ¿quién no tiene una lista escrita para la compra del súper o no ha firmado el comprobante del banco aunque sea en la pantalla táctil?.
Si pensamos que no se escribe como antes podemos deducir que no se venden apenas bolígrafos o papel o que las papelerías son los últimos reductos de comercio de proximidad, pero seguramente estás en la opción errónea. Se venden bolígrafos, no en cifras como antes aunque hay mucha más variedad y todavía se suele decir en las papelería “quiero un Pilot” y el dependiente muy amablemente le comenta que Pilot tiene unas 200 referencias y que con unas preguntas bien dirigidas encontraremos el Pilot que quiere.
El ejemplo del Pilot también sirve para el “Post-it barato” o el lápiz negro y amarillo o “la carpeta normal” y toda una serie de palabras o frases que utilizamos para indicar un producto totalmente cotidiano y que por suerte la inteligencia artificial sería incapaz de descifrar, pero esto ya lo habrás experimentado en la papelería más cercana, ¿verdad?
Encuentra tu bolígrafo en https://bit.ly/3XunotR